Lenguaje sexista

Me han mandado una de esas circulares que inundan internet y los correos electrónicos. No suelo hacerles caso, con excepciones. Este es una de ellas, que reproduzco textual cortando párrafos enteros porque es larga. Conste: estoy totalmente de acuerdo:

En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es «atacante»; el de salir es «saliente»; el de cantar es «cantante» y el de existir, «existente».  ¿Cuál es el del verbo ser? Es «el ente», que significa «el que tiene entidad», en definitiva «el que es». Por ello, cuando queremos nombrar a la  persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a éste la terminación «-nte».

  Así, al que preside, se le llama «presidente» y nunca «presidenta»,  independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción. De manera análoga, se dice «capilla ardiente», no «ardienta»; se dice «estudiante», no «estudianta»; se dice «independiente» y no «independienta»; «paciente», no “pacienta»; «dirigente», no «dirigenta»; «residente», o «residenta”

 …  os propongo que paséis el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no «ignorantas semovientas», aunque ocupen carteras ministeriales).

 Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociadoen defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!

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8 comentarios en “Lenguaje sexista”

  1. Una disidENTA Says:

    Sí, muy posiblemente hay una base lingüística, semántica, etc, etc,,. para que el lenguaje no deba «feminizarse». Pero ¿no será que la base del castellano es masculina porque viene de una sociedad masculinizada? Y simplemente por ese hecho ¿no se va a poder modificar? Al fin y al cabo, adaptarse (a la «nueva» realidad) o morir, ¿no?
    Sí, quizás el feminismo no debió alcanzar el léxico nunca. Pero quizás sea una de las partes más simbólicas e importantes del reconocimiento de las féminas en nuestra sociedad. Una sociedad en la que empresas con plantilla femeninas en un 80% no tienen ni un solo dirigente con faldas, una sociedad en la que la permeabilidad hacia cargos políticos se ha tenido que decretar por ley para las mujeres y una sociedad que sigue usando «al sexo débil» para vender sus productos, entre otras muuuchas cosas.
    ¿o es que la quema de sujetadores tenía más sentido? Solo con el tiempo.

  2. Cristóbal Ramírez Says:

    La ideología es una interpretación de la realidad, no la realidad misma. La realidad es como es, tozuda por definición y poco dispuesta a cambiar. Ello no quiere decir que quien quiera no tenga todo el derecho del mundo a cambiarla, pero hay que calcular las fuerzas: el lenguaje, ningún lenguaje, jamás se impuso. Todos los idiomas son permeables a los cambios, con la condición de que no se fuercen porque provocan actitudes de defensa más fuertes. No hay ni un solo caso en la historia que desmienta esto. De modo que la gradualidad es una característica de los cambios permanentes en las lenguas. Por ejemplo, nadie en 1977 decía diputada (porque sonaba a puta, evidentemente). O meter setiembre sin la p intercalada llevó lo suyo. O barbaridades como decir sicología por psicología. Por lo tanto, todos esos intentos están destinados o al fracaso o al empobrecimiento del lenguaje. Somos el único idioma del mundo (el único) donde se vive este proceso, y así nos va.
    La ideología es otra cosa. Porque, decir que la sociedad del imperio romano o de la edad media estaba masculinizada sólo se puede hacer desde la aplicación de plantillas del siglo XXI en el siglo XII. Eran sociedades de supervivencia, y la historia demostró (por eso estamos aquí) que esa era la única vía para poder reproducirse. No eran ni buenas ni malas en sí mismas.

  3. mercedes Says:

    ¿Alguien ha protestado alguna vez por la feminización de esta desinencia tan «neutra» en la palabra «asistenta»?

    Pues si existe la asistenta, que existan las presidentas.

    En efecto, una cosa es el lenguaje, otra la ideología.

    • La diseDENTA Says:

      No, si existir existe. Pero claro no es lo mismo ser «la asistenta» (=limpieza) que «el asistente» (=secretario).
      Ya sabes, no es lo mismo ser «un zorro» que «una zorra»
      Yo no sé por qué narices nos ha dado a las mujeres por querer ahora un lenguaje menos sexista ¡si no lo es para nada! 😉

  4. Krmen Freixa Says:

    el lenguaje, y lo dicen todas las investigaciones científicas de todo signo y condición, es el fiel reflejo de nuestras actitudes. Nuestras actitudes están ligadas a valores sociales y, por ende, a ideología.
    Así, que lo siento, el lenguaje es algo vivo que debe ir cambiando para reflejar la diversidad social. Así que, lo siento, yo soy psicóloga, no psicólogo y soy comunicadora y espero que algún día los colegios oficiales, restos de los gremios feudales aclaro, se llamen de psicología de periodismo de medicina, de filosofía, de abogacía, etc… porque en su nomenclatura actual solo reflejan a una parte de la sociedad.
    Y, por supuesto, ante tanta erudición con el ente, me uno al comentario de si existe asistenta, que en el imaginario social nada tiene que ver con el asistente, pues que existan las presidentas y las alcaldesas. lo contrario es el reflejo de unas actitudes sociales que creen que las mujeres oKupan cargos destinados a los hombres. Y a quien le duela que haya hombres feministas que comience a pensar que quizás es porque se siente atrapado en sus propias incongruencias….

  5. Cristóbal Ramírez Says:

    La lengua va por donde los hablantes la llevan y, en efecto, «asistenta» es una irregularidad obvia, pero, ojo, solo desde el punto de vista etimológico. Sólo se me ocurre esta explicación: la regenta, frente a la regente, distinguía a la mujer del regente frente a la mujer que rige; la asistenta frente a la asistente distinguiría a la mujer que asiste en el hogar frente a la que asiste, por ejemplo, en un consejo. Si hubiera asistentes del hogar y hubiera muchas asistentes de las otras, probablemente la necesidad hubiera generado una palabra diferente para cada oficio, pero no ha sido así. Igualmente, si cuando se escribió «La regenta» hubiera habido también mujeres desempeñando este cargo, probablemente no habría sido posible dicho tiítulo.
    Ahora hay personas que pretenden que evitando el sexismo en el lenguaje lo evitarán en la vida. Bueno, es como poner tiritas a un enfermo de cáncer: no sé si le arreglarán algo, pero no van al meollo del problema.
    Firma: un periodistO.

  6. Cristóbal Ramírez Says:

    Gracias por tu comentario, La DisidENTA. Perdona que no te pueda responder, pero, además de estar haciendo mis labores de periodistO, mi cónyuJA está hoy fuera y tengo que encargarme de los asuntos comunes de esta parejA o parejO.

  7. La diseDENTA Says:

    Entonces te estas contradiciendo, porque la realidad es que en la actualidad sí existen «niñeros», «asistentes del hogar (sbtodo. para ayudar a ancianos)», de la forma que existen todas las aceptaciones en femenino de todas las profesiones que queramos imaginar. Por lo tanto, como tú dices, la necesidad está generando estas palabras y ojo, que ya han pasado muchos añitos desde que las mujeres llegaron a estas profesiones; hay palabras mucho más recientes (sobretodo relacionadas con la tecnología) que han sido absorvidas por nuestro léxico en mucho menos tiempo y nadie ha puesto el grito en el cielo por ello.


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