Archivo de noviembre 2008

Violencia de género: ¡enhorabuena, España!

noviembre 25, 2008

Hoy se conmemora el día destinado a denunciar y concienciar sobre la denominada «violencia de género». Así pues, es el día para dar la enhorabuena a España entera, puesto que es uno de los países con un índice más bajo en ese tipo de violencia que ejerce un sexo sobre otro. ¡Estamos con los mejores! Países como Dinamarca (y ya no digamos Finlandia) se encuentran mucho más atrás en la lista, así que les espera un largo camino todavía. Así pues, en España es ya un problema menor, muy menor, lo cual no quiere decir ni que esté resuelto ni que haya que mirar a otro lado.

Por lo tanto, habiendo reducido el problema a sus márgenes objetivos, es el momento de dar un paso más. No atacar las consecuencias, no lamentarse ni hacer minutos de silencio, sino indagar en las causas.

Lo curioso es que llegados aquí hay un muro de silencio cómplice. Universidades, medios, grupos civiles y Gobierno no han manifestado el mínimo interés en ver (y actuar) cuánta de esa «violencia de género» viene en el magro equipaje de los inmigrantes. O de analizar cuál es la influencia de los videojuegos ultraviolentos en la gente joven que luego, cuando la novia dice adiós, le parten la cara porque en los videojuegos hasta la vida es gratis. O de hacer un estudio sobre estratigrafía social, que igual demuestra (o no) que la mayor parte de los casos se dan en personas de tal o cual calificación académica o tipo de oficio o profesión. Y, lo más importante porque hacia ahí apuntan los tiros, si la actual Ley de Divorcio -que permite que una mujer incremente de manera brutal su patrimonio simplemente con acogerse a ella, mientras su pareja queda en una situación rozando la miseria real- es o no es también un detonante de la violencia.

Porque, con mil excusas, nada de eso se investiga y analiza. Y si tanta preocupación hay ante el problema, no vendría mal retirar todas esas disculpas de que es inmiscuirse en vidas privadas, de que son datos que pueden incitar a más violencia, de que los videojuegos son simplemente eso, juegos… Quizás sea más fácil hablar de «feminicido», «violencia machista» (que, al parecer, todos los hombres llevamos dentro per natura), «agresións constantes» y similares. O sea, frases que, con sus matices, han sido escuchadas a lo largo de la historia del siglo XX para justificar acciones de masas que pesan como una losa.

PD/ Por cierto que la ignorancia sigue campando: «gender violence» no se puede traducir por «violencia de género». En español los géneros son dos, masculino y femenino, amén de los productos que se venden en los comercios, especialmente de telas. En español se dice «violencia de sexo», «violencia sexista» o similar. Que, por cierto, también sufren los hombres.

El testimonio del padre Roger Riou

noviembre 20, 2008

El día siguiente, el hombre volvió, acompañado de otro preso. Apenas el guardián hubo cerrado la puerta, se echaron los dos sobre mí. Me retorcieron el brazo y me arrancaron la aguja que yo blandía como arma. Grité. El guardián respondió:

-¡Cállate! ¡Déjame en paz!

Me echaron sobre la mesa, medio aturidido. Me quitaron el pantalón. Y me violaron uno tras otro, gruñendo como bestias y murmurando obscenidades con voz ronca. Yo gritaba de dolor. Era atroz. A fuerza de debatirme, conseguí volverme un segundo. El tiempo justo de ver la cabeza del guardián que miraba. Pude ver que estaba gozando.

Volvieron cuatro o cinco días seguidos, no siempre los mismos.

El texto está sacado de Adiós a la Tortuga, la autobiografía de un ladronzuelo francés llamado Roger Riou que acabó de misionero en esa isla de piratas, una vida apasionante como pocas. Riou era un adolescente.

Y hoy, 20 de noviembre, cuando unos cientos de blogueros nos hemos puesto de acuerdo para alzar nuestra voz contra los abusos sexuales, ese texto viene como anillo al dedo.

¡Ah! Y la Guardia Civil tiene una división de delitos telemáticos. Pincha aquí. y mándales los enlaces de pornografía infantil.

Así se gastan los impuestos de los europeos

noviembre 9, 2008

En España somos así: salerosos cuando disparamos con pólvora del rey. O sea, siempre y cuando no nos vaya al bolsillo, que cuatro siglos de picaresca nos han permitido acumular un know how que nos saca de cualquier apuro. Por ejemplo: el Centro de Interpretación de la Naturaleza de la localidad pontevedresa de O Porriño costó 400.000 euros. Obviamente, los habitantes de la localidad no vieron aumentados sus impuestos por ello, sino que alemanes, holandeses, daneses o quienes fueran pusieron de su pecunio la nada despreciable cifra de 300.000 euros porque, con la obra, se quería «dinamizar la zona». El cuento de siempre con la terminología de siempre, vamos.

La cuestión, el pequeño detalle, es que el Centro de Interpretación de la Naturaleza está por inaugurar. Y nunca se inaugurará, puesto que se halla en ruinas. ¿Cuál es el negocio, pues? Edificar. Construir. Luego, el mantenimiento ya es costoso y continuo, y para eso sí que no hay dinero. Europa nos transfiere capital para rematar obras, pero no para que luego funcionen un día sí y otro también.

«Intentámolo protexer na medida do posible, tapiándoo, pero é inútil. O edificio se inunda porque non é viable arquitectónica nin medioambientalmente. Nunca se debeu ter construído e menos nun área natural coma As Gándaras do Budiño», recordaba el sábado el alcalde.

 

Ojo: hay que decir «la junta directiva», no «los directivos»

noviembre 6, 2008

Empeñados en la al parecer imparable locura de matar moscas a cañonazos, labor prioritaria aunque el mundo se derrumbe a su alrededor, la Xunta de Galicia libra dura batalla para intentar que el lenguaje que se emplea en el deporte no sea sexista, asunto serio donde los haya. Para tan alta misión acaba de publicar la Guía de linguaxe non sexista no deporte, título en idioma gallego que no necesita traducción. No lo tengo en mis manos (aún), pero referencias periodísticas dicen que recoge propuestas tan interesantes como el que se use expresiones que no contienen distinción sexista. ¿Un ejemplo? No diga usted «los directivos del Real Madrid se llevaron las manos a la cabeza al ver como Del Piero marcaba el segundo gol de la Juve», porque, aunque esos directivos sean todos hombres (o no), procede decir «la junta directiva». ¿Qué se pretende con ello? «Utilizar un lenguaje que haga visible a las mujeres en el mundo del deporte». ¡Faltaría más! ¡Y Gemma Mengual sin saberlo!

Desde luego, prometo con la mano en el corazón que cuando, como ayer, oiga insultar al nefasto árbitro holandés que dirigió el Real Madrid-Juventus con un castizo y deplorable «¡Hijo de puta!» pienso animar al interfecto para que a la siguiente ocasión diga «¡Hijo de puto!». Y si dice «cabrón» (otra deploraba costumbre hispana), que en la siguiente ocasión utilice el femenino. Y aquí paz y después gloria.

PD/ Hace unos meses, en un congreso en Ourense sobre el Camino de Santiago, desde el estrado hubo también una simpática reivindicación: «No digamos home viator para referirnos al peregrino, sino homen et muller viatores» (aunque temo que mi latín no sea bueno). Sin palabras/os ni comentarios/as

Los/las sicólogos/as están dispuestos/as a que las mujeres se visibilicen

noviembre 2, 2008

Un profesional de la sicología y buen amigo, cuyo nombre desde luego voy a dejar en el anonimato, me dice que ha recibido una comunicación oficial del COPG, hasta hace muy poco tiempo Colexio Oficial de Psicólogos de Galicia y ahora Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, trascendental cambio semántico donde los haya. Y de esa comunicación oficial me reproduce un párrafo que yo, a mi vez, plasmo aquí textualmente, con el único cambio de haberlo traducido del gallego al español de la forma más fiel posible, comillas y mayúsculas incluidas.

El nuevo nombre respeta las siglas de COPG pero refleja un lenguaje más incluviso y correcto en la denominación de nuestro colegio profesional, atendiendo a las indicaciones de uso no sexista del lenguaje y a las recomendaciones de la Ley Gallega para la Igualdad de Mujeres y Hombres para corregir las discriminaciones y avanzar en el camino de la igualdad.

El término «Psicología» recoge tanto a las profesionales como a los profesionales que se titularon y trabajan en los distintos ámbitos de este campo y substituye al término Psicólogos -masculino plural- que era utilizado como genérico e invisibilizaba la participación y aportaciones de las mujeres, mayoría en nuestra profesión.

Supongo que mi amiga Carme Freixa aplaudirá la decisión del Colegio de Psicólogos/as/Psicología. A mí me parece una solemne tontería. Pero no sólo el cambio de nombre, sino la explicación, incluyendo, por si usted o yo no nos damos cuenta, que «Psicólogos» es «masculino plural». Porque, estoy seguro, tras tan loable decisión las sicólogas serán «más visibles», más felices con sus parejas, más contentas en las vacaciones, bajarán sus tarifas, acudirán al trabajo sonrientes, no les afectará la gripe y no sé cuántas bendiciones más.

En fin, este país va de maravilla. En plena crisis, perdiendo definitivamente la comba europea y todo lo que se nos ocurre es un párrafo como el primero del COPG. El hazmerreir de los nórdicos, vaya, donde, por cierto y salvo excepciones, la mujer pierde el apellido al casarse y toma el del marido, muestra sin par de lo atrasados que están.

La reina Sofía levanta la polémica

noviembre 1, 2008

Indiscreción o traición. La reina Sofía, esposa del rey Juan Carlos, ha levantado una polvareda por sus insólitas declaraciones que aparecen en el libro de la periodista Pilar Urbano. Por encima de que sus opiniones muestren a una persona preocupada por el buen trato a los animales y contraria a la guerra de Afganistán e Irak, el problema radica en que ha tomado partido. No en que considere -con toda la razón lingüística del mundo- que una unión entre homosexuales no puede ser matrimonio aunque reconoce que es lícita y legal (podría pensar justo lo contrario), sino en que lo manifieste. Con algunas excepciones como la del fallecido rey Balduino de Bélgica, los monarcas de los países consolidados y desarrollados mantienen la boca cerrada, y eso es lo que decía ayer el periódico de izquierdas Público: mostraba en su primera página una foto de Sofía con la boca tapada y la conocida frase «¿Por qué no te callas?». El periódico El País dedica hoy su editorial en este mismo sentido, y pone sobre la mesa un aspecto que estaba soterrado y que Sofía, involuntariamente, ha conseguido sacar a un primer plano: el cierto agotamiento de la institución entre la gente joven, agotamiento que acelera la reina al decir con énfasis que el rey no abdicará jamás y que lo idóneo es que se muera en la cama. ¿Y a qué edad?, se pregunta España entera, recordando a la reina Isabel II de Gran Breteña y al príncipe Charles, y las palabras del propio Juan Carlos de que no iba a estar tanto tiempo como el fallecido rey de Noruega, padre del actual.

Estas son algunas de las frases de la reina:

¿Meter a todo su país (por George Bush y Estados Unidos) y a un montón de países aliados en unas guerras de venganza y destrucción? ¡No puedo entenderlo!

No soy feminista ni machista. No me gustan las cuotas en los cargos de dirección o de Gobierno.

¿Cazar como diversión?, ¿hacer sufrir a un toro en la plaza para que el público disfrute y unos cuantos hagan negocio? Que hagan lo que quieran, pero yo no lo comparto.

Obviamente, la Zarzuela (que no negó las frases de la reina) mató rápidamente al mensajero, diciendo que Pilar Urbano había aprovechado declaraciones hechas en un ambiente íntimo, privado y pensando que no iban a ser reproducidas. Y la periodista (que aceptó que, insólitamente, no usa nunca magnetofón ni siquiera en ocasiones como esas) replicó que en su libro no hay ni una palabra falsa. Pero eso, claro es lo de menos a estar alturas, con la que está cayendo.

PD/ Un muy interesante análisis puede leerse en el blog de Félix Soria, con un comentario realmente argumentado.